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Sábado de la XXIX semana del Tiempo ordinario

Primera lectura Ef 4, 7. 11-16

Hermanos: Cada uno de nosotros ha recibido la gracia en la medida en que Cristo se la ha dado. Él fue quien concedió a unos ser apóstoles; a otros, ser profetas; a otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros. Y esto, para capacitar a los fieles, a fin de que, desempeñando debidamente su tarea, construyan el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, y lleguemos a ser hombres perfectos, que alcancemos en todas sus dimensiones la plenitud de Cristo.

Así, ya no seremos como niños, zarandeados por las olas y llevados de un lado para otro por el viento de cualquier doctrina, a merced de hombres malvados y astutos, que conducen engañosamente al error. Por el contrario, viviendo sinceramente en el amor, creceremos en todos sentidos, unidos a aquel que es la cabeza: Cristo. De él, todo el cuerpo recibe su organización, su cohesión y su vida, según la actividad propia de cada una de las partes, y así el cuerpo va creciendo y construyéndose por medio del amor.

Salmo Responsorial Salmo 121, 1-2. 3-4ab. 4cd-5

R. (1) Vamos a la casa del Señor.
íQué alegría sentí, cuando me dijeron:
“Vayamos a la casa del Señor”!
Y hoy estamos aquí, Jerusalén,
jubilosos, delante de tus puertas. R.
R. Vamos a la casa del Señor.
A ti, Jerusalén, suben las tribus,
las tribus del Señor,
según lo que a Israel se le ha ordenado,
para alabar el nombre del Señor. R.
R. Vamos a la casa del Señor.

Aclamación antes del Evangelio Ez 33, 11

R. Aleluya, aleluya.
No quiero la muerte del pecador,
sino que se arrepienta y viva, dice el Señor.
R. Aleluya.

Evangelio Lc 13, 1-9

En aquel tiempo, algunos hombres fueron a ver a Jesús y le contaron que Pilato había mandado matar a unos galileos, mientras estaban ofreciendo sus sacrificios. Jesús les hizo este comentario: “¿Piensan ustedes que aquellos galileos, porque les sucedió esto, eran más pecadores que todos los demás galileos? Ciertamente que no; y si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan acaso que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? Ciertamente que no; y si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante”.

Entonces les dijo esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo; fue a buscar higos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?’ El viñador le contestó: ‘Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré’ ”.

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Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.

Friday of the Twenty-ninth Week in Ordinary Time

Reading 1 Eph 4:1-6

Brothers and sisters:
I, a prisoner for the Lord,
urge you to live in a manner worthy of the call you have received,
with all humility and gentleness, with patience,
bearing with one another through love,
striving to preserve the unity of the spirit
through the bond of peace;  
one Body and one Spirit,
as you were also called to the one hope of your call;
one Lord, one faith, one baptism;
one God and Father of all,
who is over all and through all and in all.

Responsorial Psalm 24:1-2, 3-4ab, 5-6

R.    (see 6) Lord, this is the people that longs to see your face.
The LORD’s are the earth and its fullness;
the world and those who dwell in it.
For he founded it upon the seas
and established it upon the rivers.
R.    Lord, this is the people that longs to see your face.
Who can ascend the mountain of the LORD?
or who may stand in his holy place?
He whose hands are sinless, whose heart  is clean,
who desires not what is vain.
R.    Lord, this is the people that longs to see your face.
He shall receive a blessing from the LORD,
a reward from God his savior.
Such is the race that seeks for him,
that seeks the face of the God of Jacob.
R.    Lord, this is the people that longs to see your face.

 

 

Alleluia See Mt 11:25

R. Alleluia, alleluia.
Blessed are you, Father, Lord of heaven and earth;
you have revealed to little ones the mysteries of the Kingdom.
R. Alleluia, alleluia.

Gospel LK 12:54-59

Jesus said to the crowds,
“When you see a cloud rising in the west
you say immediately that it is going to rain–and so it does;
and when you notice that the wind is blowing from the south
you say that it is going to be hot–and so it is.
You hypocrites!
You know how to interpret the appearance of the earth and the sky;
why do you not know how to interpret the present time?

“Why do you not judge for yourselves what is right?
If you are to go with your opponent before a magistrate,
make an effort to settle the matter on the way;
otherwise your opponent will turn you over to the judge,
and the judge hand you over to the constable,
and the constable throw you into prison.
I say to you, you will not be released
until you have paid the last penny.”

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Lectionary for Mass for Use in the Dioceses of the United States, second typical edition, Copyright © 2001, 1998, 1997, 1986, 1970 Confraternity of Christian Doctrine; Psalm refrain © 1968, 1981, 1997, International Committee on English in the Liturgy, Inc. All rights reserved. Neither this work nor any part of it may be reproduced, distributed, performed or displayed in any medium, including electronic or digital, without permission in writing from the copyright owner.

Viernes de la XXIX semana del Tiempo ordinario

Primera lectura Ef 4, 1-6

Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el espíritu con el vínculo de la paz.

Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como también una sola es la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos.

Salmo Responsorial Salmo 23, 1-2. 3-4ab. 5-6

R. (cf. 6) Haz, Señor, que te busquemos.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene,
el orbe todo y los que en él habitan,
pues él lo edificó sobre los mares,
él fue quien lo asentó sobre los rios. R.
R. Haz, Señor, que te busquemos.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor?
¿Quién podrá estar en su recinto santo?
El de corazón limpio y manos puras
y que no jura en falso. R.
R. Haz, Señor, que te busquemos.
Ese obtendrá la bendición de Dios,
y Dios, su salvador, le hará justicia.
Esta es la clase de hombres que te buscan
y vienen ante ti, Dios de Jacob. R.
R. Haz, Señor, que te busquemos.

Aclamación antes del Evangelio Cfr Mt 11, 25

R. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque has revelado los misterios del Reino
a la gente sencilla.
R. Aleluya.

Evangelio Lc 12, 54-59

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Cuando ustedes ven que una nube se va levantando por el poniente, enseguida dicen que va a llover, y en efecto, llueve. Cuando el viento sopla del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente? ¿Por qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora?

Cuando vayas con tu adversario a presentarte ante la autoridad, haz todo lo posible por llegar a un acuerdo con él en el camino, para que no te lleve ante el juez, el juez te entregue a la policía, y la policía te meta en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de ahí hasta que pagues el último centavo’’.

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Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.

Thursday of the Twenty-ninth Week in Ordinary Time

Reading 1 EPH 3:14-21

Brothers and sisters:
I kneel before the Father,
from whom every family in heaven and on earth is named,
that he may grant you in accord with the riches of his glory
to be strengthened with power through his Spirit in the inner self,
and that Christ may dwell in your hearts through faith;
that you, rooted and grounded in love,
may have strength to comprehend with all the holy ones
what is the breadth and length and height and depth,
and to know the love of Christ that surpasses knowledge,
so that you may be filled with all the fullness of God.

Now to him who is able to accomplish far more than all we ask or imagine,
by the power at work within us,
to him be glory in the Church and in Christ Jesus
to all generations, forever and ever.  Amen.
 

Responsorial Psalm PS 33:1-2, 4-5, 11-12, 18-19

R. (5b) The earth is full of the goodness of the Lord.
Exult, you just, in the LORD;
praise from the upright is fitting.
Give thanks to the LORD on the harp;
with the ten-stringed lyre chant his praises.
R. The earth is full of the goodness of the Lord.
For upright is the word of the LORD,
and all his works are trustworthy.
He loves justice and right;
of the kindness of the LORD the earth is full.
R. The earth is full of the goodness of the Lord.
But the plan of the LORD stands forever;
the design of his heart, through all generations.
Blessed the nation whose God is the LORD,
the people he has chosen for his own inheritance.
R. The earth is full of the goodness of the Lord.
But see, the eyes of the LORD are upon those who fear him,
upon those who hope for his kindness,
To deliver them from death
and preserve them in spite of  famine.
R. The earth is full of the goodness of the Lord.

 

 

Alleluia PHIL 3:8-9

R. Alleluia, alleluia.
I consider all things so much rubbish
that I may gain Christ and be found in him.
R. Alleluia, alleluia.

Gospel LK 12:49-53

Jesus said to his disciples:
“I have come to set the earth on fire,
and how I wish it were already blazing!
There is a baptism with which I must be baptized,
and how great is my anguish until it is accomplished!
Do you think that I have come to establish peace on the earth?
No, I tell you, but rather division.
From now on a household of five will be divided,
three against two and two against three;
a father will be divided against his son
and a son against his father, 
a mother against her daughter
and a daughter against her mother,
a mother-in-law against her daughter-in-law
and a daughter-in-law against her mother-in-law.”

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Lectionary for Mass for Use in the Dioceses of the United States, second typical edition, Copyright © 2001, 1998, 1997, 1986, 1970 Confraternity of Christian Doctrine; Psalm refrain © 1968, 1981, 1997, International Committee on English in the Liturgy, Inc. All rights reserved. Neither this work nor any part of it may be reproduced, distributed, performed or displayed in any medium, including electronic or digital, without permission in writing from the copyright owner.

Jueves de la XXIX semana del Tiempo ordinario

Primera lectura Ef 3, 14-21

Hermanos: Me arrodillo ante el Padre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, para que, conforme a los tesoros de su bondad, les conceda que su Espíritu los fortalezca interiormente y que Cristo habite por la fe en sus corazones. Así, arraigados y cimentados en el amor, podrán comprender con todo el pueblo de Dios, la anchura y la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo, y experimentar ese amor que sobrepasa todo conocimiento humano, para que así queden ustedes colmados con la plenitud misma de Dios.

A él, que, con su poder que actúa eficazmente en nosotros, puede hacer infinitamente más de lo que le pedimos o entendemos, le sea dada la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, por todas las edades y por todos los siglos. Amén.

Salmo Responsorial Salmo 32, 1-2. 4-5. 10ab y 11

R. (5b) Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Que los justos aclamen al Señor;
es propio de los justos alabarlo.
Demos gracias a Dios, al son del arpa,
que la lira acompañe nuestros cantos. R.
R. Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Sincera es la palabra del Señor
y todas sus acciones son leales.
El ama la justicia y el derecho,
la tierra llena está de sus bondades. R.
R. Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Los proyectos de Dios duran por siempre
los planes de su amor, todos los siglos.
Feliz la nación cuyo Dios es el Señor;
dichoso el pueblo que escogió por suyo. R.
R. Dichoso el pueblo escogido por Dios.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen
y en su bondad confían;
los salva de la muerte
y en épocas de hambre les da vida. R.
R. Dichoso el pueblo escogido por Dios.

Aclamación antes del Evangelio Cfr Flp 3, 8-9

R. Aleluya, aleluya.
Todo lo considero una pérdida y lo tengo por basura,
para ganar a Cristo y vivir unido a él.
R. Aleluya.

Evangelio Lc 12, 49-53

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y cómo me angustio mientras llega!

¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra’’.

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Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.

Wednesday of the Twenty-ninth Week in Ordinary Time

Reading 1 EPH 3:2-12

Brothers and sisters:
You have heard of the stewardship of God’s grace
that was given to me for your benefit,
namely, that the mystery was made known to me by revelation,
as I have written briefly earlier.
When you read this
you can understand my insight into the mystery of Christ,
which was not made known to human beings in other generations
as it has now been revealed
to his holy Apostles and prophets by the Spirit,
that the Gentiles are coheirs, members of the same Body,
and copartners in the promise in Christ Jesus through the Gospel.

Of this I became a minister by the gift of God’s grace
that was granted me in accord with the exercise of his power.
To me, the very least of all the holy ones, this grace was given,
to preach to the Gentiles the inscrutable riches of Christ,
and to bring to light for all what is the plan of the mystery
hidden from ages past in God who created all things,
so that the manifold wisdom of God
might now be made known through the Church
to the principalities and authorities in the heavens.
This was according to the eternal purpose
that he accomplished in Christ Jesus our Lord,
in whom we have boldness of speech
and confidence of access through faith in him.
 

Responsorial Psalm IS 12:2-3, 4BCD, 5-6

R. (see 3)  You will draw water joyfully from the springs of salvation.
God indeed is my savior;
I am confident and unafraid.
My strength and my courage is the LORD,
and he has been my savior.
With joy you will draw water
at the fountain of salvation.
R. You will draw water joyfully from the springs of salvation.
Give thanks to the LORD, acclaim his name;
among the nations make known his deeds,
proclaim how exalted is his name.
R. You will draw water joyfully from the springs of salvation.
Sing praise to the LORD for his glorious achievement;
let this be known throughout all the earth.
Shout with exultation, O city of Zion,
for great in your midst
is the Holy One of Israel!
R. You will draw water joyfully from the springs of salvation.

 

 

Alleluia MT 24:42A, 44

R. Alleluia, alleluia.
Stay awake!
For you do not know when the Son of Man will come.
R. Alleluia, alleluia.

Gospel LK 12:39-48

Jesus said to his disciples: 
“Be sure of this:
if the master of the house had known the hour
when the thief was coming,
he would not have let his house be broken into.
You also must be prepared,
for at an hour you do not expect, the Son of Man will come.”

Then Peter said,
“Lord, is this parable meant for us or for everyone?”
And the Lord replied,
“Who, then, is the faithful and prudent steward
whom the master will put in charge of his servants
to distribute the food allowance at the proper time?
Blessed is that servant whom his master on arrival finds doing so.
Truly, I say to you, he will put him
in charge of all his property.
But if that servant says to himself,
‘My master is delayed in coming,’
and begins to beat the menservants and the maidservants,
to eat and drink and get drunk,
then that servant’s master will come
on an unexpected day and at an unknown hour
and will punish the servant severely
and assign him a place with the unfaithful.
That servant who knew his master’s will
but did not make preparations nor act in accord with his will
shall be beaten severely;
and the servant who was ignorant of his master’s will
but acted in a way deserving of a severe beating
shall be beaten only lightly. 
Much will be required of the person entrusted with much,
and still more will be demanded of the person entrusted with more.”

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Lectionary for Mass for Use in the Dioceses of the United States, second typical edition, Copyright © 2001, 1998, 1997, 1986, 1970 Confraternity of Christian Doctrine; Psalm refrain © 1968, 1981, 1997, International Committee on English in the Liturgy, Inc. All rights reserved. Neither this work nor any part of it may be reproduced, distributed, performed or displayed in any medium, including electronic or digital, without permission in writing from the copyright owner.

Miércoles de la XXIX semana del Tiempo ordinario

Primera lectura Ef 3, 2-12

Hermanos: Han oído hablar de la distribución de la gracia de Dios, que se me ha confiado en favor de ustedes. Por revelación se me dio a conocer este designio secreto que acabo de exponerles brevemente. Y al leer esto, podrán darse cuenta del conocimiento que tengo del designio secreto de Dios realizado en Cristo.

Éste es un designio que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, pero que ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: es decir, que por el Evangelio, también los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Jesucristo. Y yo he sido constituido servidor de este Evangelio por un don gratuito de Dios, que me ha sido concedido con toda la eficacia de su poder.

A mí, el más insignificante de todos los fieles, se me ha dado la gracia de anunciar a los paganos la incalculable riqueza que hay en Cristo, y dar a conocer a todos cómo va cumpliéndose este designio de salvación, oculto desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo.

Él lo dispuso así, para que la multiforme sabiduría, sea dada a conocer ahora, por medio de la Iglesia, a los espíritus celestiales, según el designio eterno realizado en Cristo Jesús, nuestro Señor, por quien podemos acercarnos libre y confiadamente a Dios, por medio de la fe en Cristo.

Salmo Responsorial Is 12, 2-3, 4bcd. 5-6

R. (3) El Señor es mi Dios y salvador.
El Señor es mi Dios y salvador,
con él estoy seguro y nada temo.
El Señor es mi protección y mi fuerza
y ha sido mi salvación. R.  
R. El Señor es mi Dios y salvador.
Den gracias al Señor,
e invoquen su nombre,
cuenten a los pueblos sus hazañas,
proclamen que su nombre es sublime. R.   
R. El Señor es mi Dios y salvador.
Alaben al Señor por sus proezas,
anúncienlas a toda la tierra.
Griten jubilosos, habitantes de Sión,
porque el Dios de Israel
ha sido grande con ustedes. R.   
R. El Señor es mi Dios y salvador.

Aclamación antes del Evangelio Mt 24, 42. 44

R. Aleluya, aleluya.
Estén preparados, porque no saben
a qué hora va a venir el Hijo del hombre.
R. Aleluya.

Evangelio Lc 12, 39-48

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Fíjense en esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. Pues también ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre”.

Entonces Pedro le preguntó a Jesús: “¿Dices esta parábola sólo por nosotros o por todos?”

El Señor le respondió: “Supongan que un administrador, puesto por su amo al frente de la servidumbre con el encargo de repartirles a su tiempo los alimentos, se porta con fidelidad y prudencia. Dichoso ese siervo, si el amo, a su llegada, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que lo pondrá al frente de todo lo que tiene.

Pero si ese siervo piensa: ‘Mi amo tardará en llegar’ y empieza a maltratar a los otros siervos y siervas, a comer, a beber y a embriagarse, el día menos pensado y a la hora más inesperada llegará su amo y lo castigará severamente y le hará correr la misma suerte de los desleales.

El siervo que conociendo la voluntad de su amo, no haya preparado ni hecho lo que debía, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, haya hecho algo digno de castigo, recibirá pocos.

Al que mucho se le da, se le exigirá mucho; y al que mucho se le confía, se le exigirá mucho más.

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Los textos de la Sagrada Escritura utilizados en esta obra han sido tomados de los Leccionarios I, II y III, propiedad de la Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia Episcopal Mexicana, copyright © 1987, quinta edición de septiembre de 2004. Utilizados con permiso. Todos los derechos reservados. Debido a cuestiones de permisos de impresión, los Salmos Responsoriales que se incluyen aquí son los del Leccionario que se utiliza en México. Su parroquia podría usar un texto diferente.

Tuesday of the Twenty-ninth Week in Ordinary Time

Reading 1 EPH 2:12-22

Brothers and sisters:
You were at that time without Christ,
alienated from the community of Israel
and strangers to the covenants of promise,
without hope and without God in the world.
But now in Christ Jesus you who once were far off
have become near by the Blood of Christ.

For he is our peace, he made both one
and broke down the dividing wall of enmity, through his Flesh,
abolishing the law with its commandments and legal claims,
that he might create in himself one new person in place of the two,
thus establishing peace,
and might reconcile both with God,
in one Body, through the cross,
putting that enmity to death by it.
He came and preached peace to you who were far off
and peace to those who were near,
for through him we both have access in one Spirit to the Father.

So then you are no longer strangers and sojourners,
but you are fellow citizens with the holy ones
and members of the household of God, 
built upon the foundation of the Apostles and prophets,
with Christ Jesus himself as the capstone.
Through him the whole structure is held together
and grows into a temple sacred in the Lord;
in him you also are being built together
into a dwelling place of God in the Spirit.

Responsorial Psalm PS 85:9AB-10, 11-12, 13-14

R. (see 9) The Lord speaks of peace to his people.
I will hear what God proclaims;
the LORD–for he proclaims peace.
Near indeed is his salvation to those who fear him,
glory dwelling in our land.
R. The Lord speaks of peace to his people.
Kindness and truth shall meet;
justice and peace shall kiss.
Truth shall spring out of the earth,
and justice shall look down from heaven.
R. The Lord speaks of peace to his people.
The LORD himself will give his benefits;
our land shall yield its increase.
Justice shall walk before him,
and salvation, along the way of his steps.
R. The Lord speaks of peace to his people.

 

 

Alleluia LK 21:36

R. Alleluia, alleluia.
Be vigilant at all times and pray
that you may have the strength to stand before the Son of Man.
R. Alleluia, alleluia.

Gospel LK 12:35-38

Jesus said to his disciples: 
“Gird your loins and light your lamps
and be like servants who await their master’s return from a wedding,
ready to open immediately when he comes and knocks.
Blessed are those servants
whom the master finds vigilant on his arrival.
Amen, I say to you, he will gird himself,
have them recline at table, and proceed to wait on them.
And should he come in the second or third watch
and find them prepared in this way,
blessed are those servants.”

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Martes de la XXIX semana del Tiempo ordinario

Primera lectura Ef 2, 12-22

Hermanos: Recuerden que antes vivían ustedes sin Cristo, que estaban excluidos de la ciudadanía de Israel y eran extraños a las alianzas y promesas, y no tenían esperanza ni Dios en este mundo. Pero ahora, unidos a Cristo Jesús, ustedes, que antes estaban lejos, están cerca, en virtud de la sangre de Cristo.

Porque él es nuestra paz; él hizo de los judíos y de los no judíos un solo pueblo; él destruyó, en su propio cuerpo, la barrera que los separaba: el odio; él abolió la ley, que consistía en mandatos y reglamentos, para crear en sí mismo, de los dos pueblos, un solo hombre nuevo, estableciendo la paz, y para reconciliar a ambos, hechos un solo cuerpo, con Dios, por medio de la cruz, dando muerte en sí mismo al odio.

Vino para anunciar la buena nueva de la paz, tanto a ustedes, los que estaban lejos, como a los que estaban cerca. Así, unos y otros podemos acercarnos al Padre, por la acción de un mismo Espíritu.

En consecuencia, ya no son ustedes extranjeros ni advenedizos; son conciudadanos de los santos y pertenecen a la familia de Dios, porque han sido edificados sobre el cimiento de los apóstoles y de los profetas, siendo Cristo Jesús la piedra angular.

Sobre Cristo, todo el edificio se va levantando bien estructurado, para formar el templo santo del Señor, y unidos a él también ustedes se van incorporando al edificio, por medio del Espíritu Santo, para ser morada de Dios.

Salmo Responsorial Salmo 84, 9ab-10. 11-12. 13-14

R. (cf. 9) Dale, Señor, la paz a tu pueblo.
Escucharé las palabras del Señor,
palabras de paz para su pueblo santo.
Está ya cerca nuestra salvación
y la gloria de Señor habitará en la tierra. R.
R. Dale, Señor, la paz a tu pueblo.
La misericordia y la verdad se encontraron,
la justicia y la paz se besaron,
la felicidad brotó en la tierra
y la justicia vino del cielo. R.
R. Dale, Señor, la paz a tu pueblo.
Cuando el Señor nos muestro su bondad,
nuestra tierra producirá su fruto.
La justicia le abrirá camino al Señor
e irá siguiendo sus pisadas. R.
R. Dale, Señor, la paz a tu pueblo.

Aclamación antes del Evangelio Cfr Lc 21, 36

R. Aleluya, aleluya.
Velen y oren,
para que puedan presentarse sin temor
ante el Hijo del hombre.
R. Aleluya.

Evangelio Lc 12, 35-38

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas. Sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque. Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos”.  

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Monday of the Twenty-ninth Week in Ordinary Time

Reading 1 EPH 2:1-10

Brothers and sisters:
You were dead in your transgressions and sins
in which you once lived following the age of this world,
following the ruler of the power of the air,
the spirit that is now at work in the disobedient.
All of us once lived among them in the desires of our flesh,
following the wishes of the flesh and the impulses,
and we were by nature children of wrath, like the rest.
But God, who is rich in mercy,
because of the great love he had for us,
even when we were dead in our transgressions,
brought us to life with Christ (by grace you have been saved),
raised us up with him,
and seated us with him in the heavens in Christ Jesus,
that in the ages to come
he might show the immeasurable riches of his grace
in his kindness to us in Christ Jesus.
For by grace you have been saved through faith,
and this is not from you; it is the gift of God;
it is not from works, so no one may boast.
For we are his handiwork, created in Christ Jesus for good works
that God has prepared in advance,
that we should live in them.

Responsorial Psalm PS 100:1B-2, 3, 4AB, 4C-5

R. (3b) The Lord made us, we belong to him.
Sing joyfully to the LORD all you lands;
serve the LORD with gladness;
come before him with joyful song.
R. The Lord made us, we belong to him.
Know that the LORD is God;
he made us, his we are;
his people, the flock he tends.
R. The Lord made us, we belong to him.
Enter his gates with thanksgiving,
his courts with praise.
R. The Lord made us, we belong to him.
Give thanks to him; bless his name, for he is good:
the LORD, whose kindness endures forever,
and his faithfulness, to all generations.
R. The Lord made us, we belong to him.

 

 

Alleluia MT 5:3

R. Alleluia, alleluia.
Blessed are the poor in spirit;
for theirs is the Kingdom of heaven.
R. Alleluia, alleluia.

Gospel LK 12:13-21

Someone in the crowd said to Jesus,
“Teacher, tell my brother to share the inheritance with me.”
He replied to him,
“Friend, who appointed me as your judge and arbitrator?”
Then he said to the crowd,
“Take care to guard against all greed,
for though one may be rich,
one’s life does not consist of possessions.”

Then he told them a parable.
“There was a rich man whose land produced a bountiful harvest.
He asked himself, ‘What shall I do,
for I do not have space to store my harvest?’
And he said, ‘This is what I shall do:
I shall tear down my barns and build larger ones.
There I shall store all my grain and other goods
and I shall say to myself, “Now as for you,
you have so many good things stored up for many years,
rest, eat, drink, be merry!”’
But God said to him,
‘You fool, this night your life will be demanded of you;
and the things you have prepared, to whom will they belong?’
Thus will it be for the one who stores up treasure for himself
but is not rich in what matters to God.”

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Lectionary for Mass for Use in the Dioceses of the United States, second typical edition, Copyright © 2001, 1998, 1997, 1986, 1970 Confraternity of Christian Doctrine; Psalm refrain © 1968, 1981, 1997, International Committee on English in the Liturgy, Inc. All rights reserved. Neither this work nor any part of it may be reproduced, distributed, performed or displayed in any medium, including electronic or digital, without permission in writing from the copyright owner.